Te regalaré un abismo, dijo ella,
pero de tan sutil manera que sólo lo percibirás
cuando hayan pasado muchos años
y estés lejos de México y de mí.
Cuando más lo necesites lo descubrirás,
y ese no será
el final feliz,
pero sí un instante de vacío y de felicidad.
Y tal vez entonces te acuerdes de mí,
aunque no mucho.
Te recomiendo el hermosisimo disco de pablo garcia, lo tenes aca: http://www.mediafire.com/?5m5gnjary7slstg (una muestra rapida aca http://www.myspace.com/pablogarciacello)
conciertos en tu casa
si queres que vaya a tocar el bandoneon a tu casa manda un mail a juanitoinvierno@hotmail.com solicitandolo, si vivis lejos de madryn tenes garpar el pasaje
obras que puedo tocar.
preludio numero 2 del clave bien temperado libro 1 j s bach
invencion a tres voces numero 4 j s bach
tocatta de frecobaldi
sonata barroca de scarlatti numero 60
2 preludios de chopin
tango flores negras francisco de caro
sonta en do mayor de mozart
comme il faut de arolas, arreglo rodolfo daluisio
obras que puedo tocar.
preludio numero 2 del clave bien temperado libro 1 j s bach
invencion a tres voces numero 4 j s bach
tocatta de frecobaldi
sonata barroca de scarlatti numero 60
2 preludios de chopin
tango flores negras francisco de caro
sonta en do mayor de mozart
comme il faut de arolas, arreglo rodolfo daluisio
martes, 2 de noviembre de 2010
bolaño gracias lucia
Los Años - Roberto Bolaño
Me parece verlo todavia, su rostro marcado a fuego
en el horizonte.
Un muchacho hermoso y valiente
Un poeta latinoamericano
Un perdedor nada preocupado por el dinero
Un hijo de las clases medias
Un lector de Rimbaud y de Oquendo de Amat
Un lector de Cardenal y de Nicanor Parra
Un lector de Enrique Lihn
Un tipo que se enamora locamente
y que al cabo de dos años está solo
pero piensa que no puede ser
que es imposible no acabar reuniéndose
otra vez con ella
Un vagabundo
Un pasaporte arrugado y manoseado y un sueño
que atraviesa puestos fronterizos
hundido en el légamo de su propia pesadilla
Un trabajador de temporada
Un santo selvativo
Un poeta latinoamericano lejos de los poetas
latinoamericanos
Un tipo que folla y ama y vive aventuras agradables
y desagradables cada vez mas lejos
del punto de partida
Un cuerpo azotado por el viento
Un cuento o una historia que casi todos han olvidado
Un tipo obstinado probablemente de sangre india
criolla y gallega
Una estatua que a veces sueña con volver a encontrar
el amor en una hora inesperada y terrible
Un lector de poesía
Un extranjero en Europa
Un hombre que pierde el pelo y los dientes
pero no el valor
Como si el valor valiera algo
aquellos lejanos días de México
la juventud perdida y el amor
(Bueno, dijo, pongamos que acepto perder México y la
juventud
pero jamás el amor)
Un tipo con una extraña predisposición
a sobrevivir
Un poeta latinoamericano que al llegar la noche
se echa en su jergón y sueña
Un sueño maravilloso
que atraviesa países y años
Un sueño maravilloso
que atraviesa enfermedades y ausencias.
Me parece verlo todavia, su rostro marcado a fuego
en el horizonte.
Un muchacho hermoso y valiente
Un poeta latinoamericano
Un perdedor nada preocupado por el dinero
Un hijo de las clases medias
Un lector de Rimbaud y de Oquendo de Amat
Un lector de Cardenal y de Nicanor Parra
Un lector de Enrique Lihn
Un tipo que se enamora locamente
y que al cabo de dos años está solo
pero piensa que no puede ser
que es imposible no acabar reuniéndose
otra vez con ella
Un vagabundo
Un pasaporte arrugado y manoseado y un sueño
que atraviesa puestos fronterizos
hundido en el légamo de su propia pesadilla
Un trabajador de temporada
Un santo selvativo
Un poeta latinoamericano lejos de los poetas
latinoamericanos
Un tipo que folla y ama y vive aventuras agradables
y desagradables cada vez mas lejos
del punto de partida
Un cuerpo azotado por el viento
Un cuento o una historia que casi todos han olvidado
Un tipo obstinado probablemente de sangre india
criolla y gallega
Una estatua que a veces sueña con volver a encontrar
el amor en una hora inesperada y terrible
Un lector de poesía
Un extranjero en Europa
Un hombre que pierde el pelo y los dientes
pero no el valor
Como si el valor valiera algo
aquellos lejanos días de México
la juventud perdida y el amor
(Bueno, dijo, pongamos que acepto perder México y la
juventud
pero jamás el amor)
Un tipo con una extraña predisposición
a sobrevivir
Un poeta latinoamericano que al llegar la noche
se echa en su jergón y sueña
Un sueño maravilloso
que atraviesa países y años
Un sueño maravilloso
que atraviesa enfermedades y ausencias.
whitman, gracias marina
Estoy enamorado de cuánto crece al aire libre,
de los hombres que viven entre el ganado,
o de los que paladean el bosque o el océano,
de los constructores de barcos y de los timoneles,
de los hacheros y de los jinetes,
podría comer y dormir con ellos semana tras semana.
Lo más común, vulgar, próximo y simple,
eso soy Yo,
Yo, buscando mi oportunidad, brindándome
para recibir amplia recompensa,
engalanándome para entregar mi ser
al primero que haya de tomarlo,
sin pedir al cielo que descienda cuando yo lo deseo,
esparciéndolo libremente para siempre.
W. Whitman
de los hombres que viven entre el ganado,
o de los que paladean el bosque o el océano,
de los constructores de barcos y de los timoneles,
de los hacheros y de los jinetes,
podría comer y dormir con ellos semana tras semana.
Lo más común, vulgar, próximo y simple,
eso soy Yo,
Yo, buscando mi oportunidad, brindándome
para recibir amplia recompensa,
engalanándome para entregar mi ser
al primero que haya de tomarlo,
sin pedir al cielo que descienda cuando yo lo deseo,
esparciéndolo libremente para siempre.
W. Whitman
lunes, 1 de noviembre de 2010
fogwill
Pasan los muertos / Fogwill
joandemena
1 Noviembre 2010 at 20:14
Etiquetas: Fogwill
Categorías: Uncategorized
URL: http://wp.me/pLIZ8-52
(de Ultimos movimientos. Buenos Aires : Paradiso, 2004)
Pasan los muertos
Y cuántos son, y cómo
se suman por la gracia
de disolverse,
y la magia
de su sagrada descomposición.
Y el arte de enterrarlos, negarlos
y volverlos relatos
en la memoria.
Un desfile de nombres,
imágenes veladas,
sonrisas, rictus, guiños
de una luz que pasó.
O de una sombra que atraviesa el tiempo
con todo el movimiento del día.
joandemena
1 Noviembre 2010 at 20:14
Etiquetas: Fogwill
Categorías: Uncategorized
URL: http://wp.me/pLIZ8-52
(de Ultimos movimientos. Buenos Aires : Paradiso, 2004)
Pasan los muertos
Y cuántos son, y cómo
se suman por la gracia
de disolverse,
y la magia
de su sagrada descomposición.
Y el arte de enterrarlos, negarlos
y volverlos relatos
en la memoria.
Un desfile de nombres,
imágenes veladas,
sonrisas, rictus, guiños
de una luz que pasó.
O de una sombra que atraviesa el tiempo
con todo el movimiento del día.
vida retirada
Fray Luis de León
> >
> > (1527-1591)
> >
> >
> > Vida retirada
> >
> >
> > ¡Qué descansada vida
> > la del que huye el mundanal ruïdo
> > y sigue la escondida
> > senda por donde han ido
> > los pocos sabios que en el mundo han sido! 5
> >
> > Que no le enturbia el pecho
> > de los soberbios grandes el estado,
> > ni del dorado techo
> > se admira, fabricado
> > del sabio moro, en jaspes sustentado. 10
> >
> > No cura si la fama
> > canta con voz su nombre pregonera,
> > ni cura si encarama
> > la lengua lisonjera
> > lo que condena la verdad sincera. 15
> >
> > ¿Qué presta a mi contento
> > si soy del vano dedo señalado,
> > si en busca de este viento
> > ando desalentado
> > con ansias vivas y mortal cuidado? 20
> >
> > ¡Oh campo, oh monte, oh río!
> > ¡Oh secreto seguro deleitoso!
> > roto casi el navío,
> > a vuestro almo reposo
> > huyo de aqueste mar tempestuoso. 25
> >
> > Un no rompido sueño,
> > un día puro, alegre, libre quiero;
> > no quiero ver el ceño
> > vanamente severo
> > de quien la sangre ensalza o el dinero. 30
> >
> > Despiértenme las aves
> > con su cantar süave no aprendido,
> > no los cuidados graves
> > de que es siempre seguido
> > quien al ajeno abritrio está atenido. 35
> >
> > Vivir quiero conmigo,
> > gozar quiero del bien que debo al cielo
> > a solas, sin testigo,
> > libre de amor, de celo,
> > de odio, de esperanzas, de recelo. 40
> >
> > Del monte en la ladera
> > por mi mano plantado tengo un huerto,
> > que con la primavera
> > de bella flor cubierto,
> > ya muestra en esperanza el fruto cierto. 45
> >
> > Y como codiciosa
> > de ver y acrecentar su hermosura,
> > desde la cumbre airosa
> > una fontana pura
> > hasta llegar corriendo se apresura. 50
> >
> > Y luego sosegada
> > el paso entre los árboles torciendo,
> > el suelo de pasada
> > de verdura vistiendo,
> > y con diversas flores va esparciendo. 55
> >
> > El aire el huerto orea,
> > y ofrece mil olores al sentido,
> > los árboles menea
> > con un manso ruïdo,
> > que del oro y del cetro pone olvido. 60
> >
> > Ténganse su tesoro
> > los que de un flaco leño se confían:
> > no es mío ver al lloro
> > de los que desconfían
> > cuando el cierzo y el ábrego porfían. 65
> >
> > La combatida antena
> > cruje, y en ciega noche el claro día
> > se torna; al cielo suena
> > confusa vocería,
> > y la mar enriquecen a porfía. 70
> >
> > A mí una pobrecilla
> > mesa, de amable paz bien abastada
> > me baste, y la vajilla
> > de fino oro labrada,
> > sea de quien la mar no teme airada. 75
> >
> > Y mientras miserable-
> > mente se están los otros abrasando
> > en sed insacïable
> > del no durable mando,
> > tendido yo a la sombra esté cantando. 80
> >
> > A la sombra tendido
> > de yedra y lauro eterno coronado,
> > puesto el atento oído
> > al son dulce, acordado,
> > del plectro sabiamente meneado. 85
> >
> >
> > De: Floresta de rimas antiguas castellanas, por Juan Nicholas Böhl de Faber.
> > Hamburgo: Perthes y Besser, 1821.
> >
> > (1527-1591)
> >
> >
> > Vida retirada
> >
> >
> > ¡Qué descansada vida
> > la del que huye el mundanal ruïdo
> > y sigue la escondida
> > senda por donde han ido
> > los pocos sabios que en el mundo han sido! 5
> >
> > Que no le enturbia el pecho
> > de los soberbios grandes el estado,
> > ni del dorado techo
> > se admira, fabricado
> > del sabio moro, en jaspes sustentado. 10
> >
> > No cura si la fama
> > canta con voz su nombre pregonera,
> > ni cura si encarama
> > la lengua lisonjera
> > lo que condena la verdad sincera. 15
> >
> > ¿Qué presta a mi contento
> > si soy del vano dedo señalado,
> > si en busca de este viento
> > ando desalentado
> > con ansias vivas y mortal cuidado? 20
> >
> > ¡Oh campo, oh monte, oh río!
> > ¡Oh secreto seguro deleitoso!
> > roto casi el navío,
> > a vuestro almo reposo
> > huyo de aqueste mar tempestuoso. 25
> >
> > Un no rompido sueño,
> > un día puro, alegre, libre quiero;
> > no quiero ver el ceño
> > vanamente severo
> > de quien la sangre ensalza o el dinero. 30
> >
> > Despiértenme las aves
> > con su cantar süave no aprendido,
> > no los cuidados graves
> > de que es siempre seguido
> > quien al ajeno abritrio está atenido. 35
> >
> > Vivir quiero conmigo,
> > gozar quiero del bien que debo al cielo
> > a solas, sin testigo,
> > libre de amor, de celo,
> > de odio, de esperanzas, de recelo. 40
> >
> > Del monte en la ladera
> > por mi mano plantado tengo un huerto,
> > que con la primavera
> > de bella flor cubierto,
> > ya muestra en esperanza el fruto cierto. 45
> >
> > Y como codiciosa
> > de ver y acrecentar su hermosura,
> > desde la cumbre airosa
> > una fontana pura
> > hasta llegar corriendo se apresura. 50
> >
> > Y luego sosegada
> > el paso entre los árboles torciendo,
> > el suelo de pasada
> > de verdura vistiendo,
> > y con diversas flores va esparciendo. 55
> >
> > El aire el huerto orea,
> > y ofrece mil olores al sentido,
> > los árboles menea
> > con un manso ruïdo,
> > que del oro y del cetro pone olvido. 60
> >
> > Ténganse su tesoro
> > los que de un flaco leño se confían:
> > no es mío ver al lloro
> > de los que desconfían
> > cuando el cierzo y el ábrego porfían. 65
> >
> > La combatida antena
> > cruje, y en ciega noche el claro día
> > se torna; al cielo suena
> > confusa vocería,
> > y la mar enriquecen a porfía. 70
> >
> > A mí una pobrecilla
> > mesa, de amable paz bien abastada
> > me baste, y la vajilla
> > de fino oro labrada,
> > sea de quien la mar no teme airada. 75
> >
> > Y mientras miserable-
> > mente se están los otros abrasando
> > en sed insacïable
> > del no durable mando,
> > tendido yo a la sombra esté cantando. 80
> >
> > A la sombra tendido
> > de yedra y lauro eterno coronado,
> > puesto el atento oído
> > al son dulce, acordado,
> > del plectro sabiamente meneado. 85
> >
> >
> > De: Floresta de rimas antiguas castellanas, por Juan Nicholas Böhl de Faber.
> > Hamburgo: Perthes y Besser, 1821.
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